Afronta el estrés térmico en TU trabajo
Es verano, las olas de calor se suceden y si te toca trabajar, seguro que más de una vez te has quejado de las altas temperaturas que tienes que afrontar en tu tarea diaria, sobre todo si trabajas al aire libre, así que mucho ojo con sufrir estrés térmico.
¿A qué nos referimos con este término? Es el malestar que se produce en tu cuerpo por un desajuste en la temperatura, normalmente por acumulación de calor. Cuando esto sucede te empiezas a encontrar mal, por lo que es necesario controlar estos síntomas para que no deriven en algo más grave.
La principal causa del estrés térmico es la de trabajar en un ambiente desfavorable con excesivo calor, por lo que el cuerpo humano es incapaz de mantener su temperatura interior, normalmente entre 36,5º y 37ºC. Asimismo, también existe el estrés térmico por frío, menos frecuente y conocido, pero que puede derivar en hipotermia.
Cuándo tomar medidas
Debemos prestar especial atención cuando nos toque trabajar a más de 30 grados a la sombra, sobre todo cuando las condiciones de humedad superen el 70%, y en actividades con un riesgo especial que requieran esfuerzo físico, como en la construcción, obra pública, trabajos agrícolas y forestales o en playas.
A mayor esfuerzo, mayor riesgo de sufrir estrés térmico, pero también tendrás más riesgo si no estás vestido adecuadamente para realizar tus actividades diarias.
Para medir el estrés térmico, es necesario realizar un seguimiento a través de unos parámetros estándar a nivel internacional, la WBGT (Wet Bulb Globe Temperature Index). Este índice está compuesto por tres parámetros: temperatura de evaporación (tnw), temperatura global (tg) y temperatura del aire (ta), por lo que es necesario realizar mediciones periódicas para evaluar el grado de confort de los trabajadores sometidos a altas temperaturas.
Los signos de alerta
El estrés térmico puede provocar diversos trastornos que debemos prevenir porque pueden derivar en un golpe de calor grave. Veamos los más frecuentes:
Síncope. Ocurre al permanecer de pie mucho tiempo en un espacio caluroso, sobre todo en personas que no están acostumbradas, y presenta como síntomas mareos, desvanecimiento, debilidad, pulso débil y visión borrosa.
Agotamiento. Al estar sometido a situaciones recurrentes de estrés térmico, se produce debilidad extrema, náuseas, taquicardia, sudor frío y fiebre.
Golpe de calor. Es poco frecuente, pero grave, con temperatura corporal por encima de 40ºC, piel caliente, pulso rápido, posibles convulsiones y puede derivar en un fallecimiento, por lo que requiere atención hospitalaria urgente.
Las medidas frente al estrés térmico
Por lo tanto, para evitar complicaciones, tanto nuestros superiores como los trabajadores debemos ponerle freno al estrés térmico tomando diversas medidas.
Aclimata tu cuerpo. Si tienes que afrontar trabajos en el exterior con altas temperaturas, lo primero que debes hacer es acostumbrarte. Normalmente, las empresas te ofrecen la posibilidad de incorporarte a la tarea de manera gradual, así tu cuerpo se irá aclimatando a las condiciones, en un proceso que puede durar de 7 a 14 días.
Organízate. Es necesario cambiar horarios y organizar trabajos de una manera diferente. Lo ideal es evitar las horas centrales del día y los trabajos en solitario. Asimismo, es necesario establecer rotaciones para trabajar en el exterior.
Trabaja y descansa. Con mucho calor, pide que se programen turnos de trabajo intercalados con periodos de descanso, y que las actividades más duras tengan lugar a las horas de menor calor del día.
Hidrátate. Si sudas mucho, debes beber continuamente porque te podrías deshidratar, aumentando el riesgo de padecer estrés término. Lo recomendable es beber mucha agua al comenzar la jornada y un vaso de agua cada 20 minutos como mínimo.
Viste ropa cómoda y fresca. Las prendas sueltas hechas de materiales tales como algodón y seda permiten el paso del aire y si tienes que trabajar al aire libre, elige colores claros. Si tienes un trabajo especializado, usa la indumentaria reglamentaria para hacer frente a las altas temperaturas.
Sé previsor en la oficina. Si trabajas en una oficina o un espacio interior, tampoco eres ajeno a sufrir estrés térmico, así que no te descuides e intenta mantener fresca la estancia, hidrátate y viste ropa cómoda.
Contra el estrés térmico, sé previsor y sigue nuestros consejos. En Nortempo estamos para ayudarte porque NOS MUEVES TÚ.