Las habilidades blandas, tan necesarias como la formación
En Grupo Nortempo participamos en un panel organizado por Florida Universitària con el objetivo de debatir sobre la importancia del diálogo entre los centros educativos de formación superior y el tejido empresarial local para definir los perfiles profesionales más demandados, destacando las habilidades blandas de estos.
Nuestro compañero Sergio Gavalda, director territorial de la zona Noreste participó con representantes de distintos centros educativos y de compañías del sector de los recursos humanos en este evento, enmarcado en las acciones de Florida Universitària por el Año Europeo de las Capacidades 2023.
Desde este centro de educación superior adscrito a la Universitat de València coinciden con la filosofía de Grupo Nortempo, que demanda una formación basada en las capacidades, actitudes, aptitudes y competencias, situando al alumnado en el centro de las acciones de enseñanza, aprendiendo mediante retos, casos prácticos y proyectos.
En este sentido, tanto las empresas de RR.HH. como los centros educativos destacaron la importancia de trabajar las soft skills (habilidades blandas) enmarcadas en el desarrollo de los currículums oficiales de las titulaciones, para poder atender a la demanda social y empresarial ofreciendo perfiles con competencias transversales.
Todas las personas expertas participantes en este debate pusieron en común la necesidad de avanzar en la información por competencias impulsando habilidades que apuesten por la versatilidad, comunicación y adaptación al cambio de los futuros profesiones que llegarán al mercado laboral, para evitar situaciones de “acomodo”, con profesionales “que están mucho más formados pero que carecen de ambición y compromiso para crecer”.
El decálogo de las habilidades blandas o soft skills
Las competencias puestas en valor durante el debate deben ser el horizonte para diseñar el futuro, y configuran este decálogo de habilidades blandas:
- Paciencia. Capacidad de saber esperar lo que se desea.
- Comunicación. Para poder resolver conflictos y ser una persona empática, asertiva y resiliente, trabajando también la escucha activa.
- Inteligencia emocional. La alfabetización emocional permite conocer las propias emociones, manejarlas, buscar la automotivación, reconocer las emociones de los demás y establecer relaciones con ellos, buscando la socialización.
- Crecimiento personal y laboral. Conviene proyectar la pasión y la motivación en los proyectos tanto laborales como vitales.
- Compromiso ético y social. Es necesario reflexionar y actuar por si mismos de manera ética, sostenible y respetuosa.
- Liderazgo y toma de decisiones. Añadir a las competencias la importancia de las buenas decisiones y del sumar en positivo a los proyectos.
- Autoaprendizaje polivalente y continuo. La meta es mejorar a lo largo de la vida, avanzando en oportunidades y sumando en capacidades adquiridas en diferentes momentos vitales y sociales.
- Capacidad crítica, como herramienta de evaluación intelectual y sistemática de autoeficacia y rendimiento.
- Transparencia y honestidad, para que exista un hilo conductor entre palabras y hechos, tanto con los demás como con uno mismo.
- Adaptación al cambio. Es, sin duda, una de las competencias más buscadas porque garantiza flexibilidad en distintas situaciones, sin miedo a nuevas atribuciones, cambios inesperados en las tareas y a adquirir nuevas habilidades por la digitalización.
Estas son las principales competencias “de consenso” y desde Grupo Nortempo apostamos por un aprendizaje activo, comprometido y responsable con el alumnado que se encuentre cursando enseñanzas superiores, para poderle dar una respuesta formativa a las demandas sociales y profesionales, para que puedan liderar procesos de transformación y cambio.