¿Qué es el job hopping? Da el salto en TU trabajo
Los Juegos Olímpicos se han acabado y, aunque probablemente no seas tan bueno en triple salto como Ana Peleteiro, quizás sí que te estés planteando dar un salto en otro ámbito: el laboral.
El job hopping (o salto laboral) es un anglicismo que se compone de dos términos: trabajo (job) y saltando (hopping). Podría ser la definición de un profesional saltando de un empleo a otro en periodos de tiempo cortos y con una alta tasa de rotación laboral.
Es una tendencia cada vez más extendida entre los nuevos profesionales, los nativos digitales, que se caracterizan por su inconformismo, inquietud y sus ganas de explorar nuevos horizontes en su carrera. Si perteneces a la generación Z o Y, eres inconformista, ambicioso y sin miedo al cambio, seguramente seas un job hopper o job jumper aunque no lo sepas.
Pero, ¿cuáles son las razones? Pues, las más habituales son: la búsqueda de nuevos retos, el miedo a la rutina y a “atarse” a una compañía y las ganas de adquirir nuevas experiencias profesionales en un entorno digital que no entiende de fronteras.
Los motivos para practicar el job hopping
Si bien existen muchos motivos para plantearse cambiar de empleo y dar el salto a otra empresa, en este caso se unen dos factores que pueden parecer opuestos. Por una parte, la crisis actual, que hace muy difícil la inserción laboral de los más jóvenes y los lleva a saltar de un trabajo a otro; por otra parte, el inconformismo natural de esta generación, más independiente y menos reacia a lo “convencional”, como atarse a un empleo.
La curiosidad por otros proyectos, mejora del salario, ganas de avanzar profesionalmente y una visión a corto plazo de la vida son características propias de los job hoppers.
¿Eres un job hopper?
Si en tu vida laboral cuentas con mucha experiencia y muy diversa, te gustan los desafíos, emprender y te defines como nómada digital, sin duda eres un job hopper.
Además, esta cualidad ha hecho que cuentes con muchas habilidades adquiridas:
- Facilidad para adaptarte al cambio. Te adaptas perfectamente a un nuevo puesto, nuevas condiciones e incluso buscas nuevos horizontes.
- Eres creativo y te gusta formarte. Sueles aportar ideas novedosas y vives en una eterna formación continua.
- Eres digital. Las herramientas colaborativas y los entornos digitales son tu hábitat natural.
Los tipos de job hoppers
- El ‘obligado’. Los cambios constantes de empleo, en este caso, no son una elección personal, se deben a la inestabilidad del mercado laboral actual y a la temporalidad.
- El ‘oportuno’. En búsqueda constante de empleo, ha visto una nueva oportunidad y cambia, normalmente con una mejora salarial y de condiciones laborales.
- El ‘problemático’. Simplemente, es inconformista por naturaleza y no se adapta a ningún trabajo, por lo que evidencia inmadurez y falta de compromiso.
Ventajas e inconvenientes de contratar a un job hopper
Tanta movilidad laboral puede echar para atrás a reclutadores y empresas, por lo que tienes que ingeniártelas para poner en valor todo tu bagaje como job hopper. Muchas compañías consideran que estos profesionales tienen poco compromiso y se marcharán a la primera oportunidad que surja, por lo que debes hacer hincapié en todo lo que puedes ofrecer:
- Adaptación rápida: como estás acostumbrado a cambiar de trabajo, la adaptación para ti en un nuevo puesto es algo natural.
- Alta productividad: aprendes rápido y eres ambicioso, así que rendirás al máximo en tu puesto de trabajo.
- Experiencia y contactos: cuentas con una gran visión de mercado, conoces a la competencia, cuentas con una gran red de contactos y la experiencia es un grado.
Ser un job hopper no es una tendencia más. En la era de la transformación digital, donde los individuos prefieren trabajar por el interés que un proyecto les suscita, el salto laboral es algo cada vez más común. ¡Explora tu TALENTUM!