Personalidades tóxicas en el trabajo, aprende a identificarlas

¿En tu equipo existe una o varias personalidades tóxicas que hacen que tu jornada laboral se haga cuesta arriba? Puede ser que tengas a una persona tóxica como compañero/a. Es conveniente identificarlas, porque pueden afectarte tanto en tu faceta personal como profesional, porque las hay de muchos tipos.
Si eres la persona encargada de supervisar una compañía, tendrás que tener claro cómo actuar si alguien pone en jaque el bienestar laboral de tus empleados/as, porque será fuente de conflicto y, a la larga, comprometerá la productividad y los resultados de tu empresa.
¿Cómo hace sentir un compañero/a tóxico a los demás?
Cuando en el equipo hay una persona negativa, la productividad baja, los ánimos decaen, se crean situaciones incómodas continuamente y suelen generar inseguridad en los demás, con estos comportamientos:
- Habla siempre en negativo y se queja
- Genera conflictos
- Tiene un halo de superioridad
- No colabora
- Cambia de humor
- Duda de la capacidad y cuestiona siempre a los demás
Tipos de personalidades tóxicas
Personalidad agresiva
No todas las personas tóxicas son iguales, algunas usan formas irrespetuosas, con agresividad y ninguneando a los demás. Algunas veces contestan mal e insultan, y son fáciles de detectar porque precisamente no pasan desapercibidas. Parecidas a este tipo son las personas que sufren berrinches y siempre lo pagan con los demás, creando un mal ambiente continuo tanto con compañeros/as como superiores.
Personalidad evasiva
Otro tipo de personas son las que escurren el bulto y siempre culpan a los demás de sus errores. Es difícil tratar con estas personas, puesto que a veces son grandes manipuladores y llegan a recurrir al chantaje emocional. En ocasiones esta clase de sujetos esconden grandes inseguridades y se escudan en tratar de desprestigiar a los demás para camuflarlas.
Personalidad ceniza
La «personalidad ceniza» se refiere a personas que ven todo desde una perspectiva negativa, como si siempre estuvieran bajo una nube oscura. Aunque no suelen ser malintencionadas ni conflictivas, su enfoque en los problemas y dificultades puede ser agotador para quienes las rodean. En lugar de ofrecer soluciones, tienden a centrarse en lo que no se puede hacer, lo que les resta en lugar de aportar.
En el ámbito laboral o social, este tipo de personalidades puede afectar el ambiente, desmotivando a los demás debido a su pesimismo constante. Aunque no buscan causar daño, su actitud puede dificultar la resolución de problemas, ya que prefieren enfocarse en los obstáculos en lugar de las alternativas.
Personalidad controladora
Se caracterizan por ser personas que intentan tener el control absoluto en cualquier situación, lo que puede volverse abrumador, especialmente en el entorno laboral. Este tipo de personas tiende a querer que todo se haga según su ritmo y sus métodos, lo que puede generar tensión y frustración entre los compañeros de trabajo.
Las personas controladoras suelen ser exigentes y asfixiantes, especialmente cuando los demás no cumplen con sus expectativas o no siguen su manera de hacer las cosas. Esto puede crear un ambiente de trabajo incómodo, ya que el equipo siente presión constante y falta de autonomía. Suelen afectar negativamente a la productividad y al bienestar emocional de quienes trabajan con ellas.
Personalidad sabelotodo
Otra persona tóxica en el terreno laboral es la sabelotodo, alguien con poca humildad, mucha competitividad y a la que le gusta apuntarse todos los tantos, incluso los que son mérito de los demás. Si su cargo le hace estar en posición de dirigir a equipos de trabajo y tener subordinados, puede llegar a ser extremadamente dañino para el ambiente laboral. Les cuesta escuchar las opiniones de los demás y tienen tendencia a criticar en público a sus compañeros.
Personalidad manipuladora
Por último, las personas manipuladoras son de las más difíciles de tratar, porque tergiversan, son expertas en chantaje emocional y en manejar a los demás a su antojo. Crean un ambiente lleno de incertidumbre e inestabilidad, si bien son difíciles de detectar al principio porque tienen habilidad para dar buena impresión inicial.
Cómo afrontar a las personalidades tóxicas
Ante todo, intenta atajar el problema y no lo escondas si te afecta a ti o a los equipos de tu empresa. Cuanto más lo ignores, más crecerá la toxicidad, por lo que la eficacia de la comunicación es fundamental.
Debemos hacer ver a la otra persona cómo nos sentimos con las cosas que hace y cómo afecta al grupo, e intentar ser fuerte ante estas situaciones, controlando tus emociones y haciendo valer tu trabajo.
Desconecta totalmente al salir del trabajo, da un paseo y haz deporte para resetear la mente.
Si eres una persona encargada de gestionar equipos, tienes que saber cuándo actuar, confiando en tu experiencia y contrastando opiniones. También es buena idea que refuerces la cultura de empresa, premiando el trabajo en equipo y la motivación.
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