Los tipos de profesionales en una empresa y cómo motivarlos
Tipos de personas hay muchas, y con sus virtudes y defectos forman parte de una compañía, por lo que una de las tareas más difíciles para el departamento de Recursos Humanos será crear equipos diversos de profesionales que sepan trabajar en armonía colaborando por un proyecto común.
Uno de los desafíos, sin duda, es la de configurar una plantilla con profesionales motivados, proactivos y que se identifiquen con los valores empresariales, ayudando al desarrollo de habilidades, lo que generará un buen ambiente de trabajo y una mayor productividad.
Los diferentes tipos de profesionales no aportan lo mismo dentro de una organización, algunos son potenciales, otros se quedan en un perfil medio, no rinden lo deseado o enturbian el ambiente de trabajo, pero todo es reversible y el principal objetivo será implicarlos por una meta común, identificándolos con la compañía con el propósito de impulsar su potencial.
Diferentes tipos de profesionales en los equipos
Si hablamos de “potencial”, identificaremos diferentes tipos de personas en los equipos de trabajo:
- Las personas “altamente potenciales” son las que no tienen límites, que ofrecen ayuda, siempre piensan “en grande” y siguen ampliando su formación. Si cometen errores, aprenden de ellos para que no vuelva a suceder.
- Los profesionales “medianamente potenciales” se caracterizan por el esfuerzo y el compromiso y cumplen perfectamente con su rol asignado, si bien no suelen “pensar fuera de la caja” y cuando se les otorgan más funciones o atribuciones, se resiente su rendimiento.
- Las personas empleadas de “bajo desempeño” cuentan con limitaciones, pero les gusta aprender e intentar corregir sus errores, además de querer pasar desapercibidas.
Finalmente, nos encontramos con personas tóxicas y en vez de sumar, restan. Encuentran un problema en todas las tareas que se les encomiendan, critican a superiores y compañeros/as e intoxican el ambiente laboral. Lograr que reorienten su actitud es un verdadero desafío para las personas encargadas de la gestión de personas, pero todo es posible.
Una empresa moderna siempre ofrecerá oportunidades de desarrollo profesional a sus equipos, que perciban que pueden asumir nuevos roles dentro de la organización; en un entorno laboral flexible que puedan adaptar a sus necesidades personales.
En las organizaciones líquidas, todas las personas que forman parte de su plantilla suman y pueden opinar, por lo que se sienten relevantes e implicadas.
El bienestar emocional es la otra dimensión fundamental y el que más influye en el estado general de las personas, por lo que las compañías deben de tenerlo en cuenta y crear sinergias entre las tres dimensiones.
Una combinación de beneficios y ventajas tradicionales como flexibilidad, medidas de conciliación y vacaciones, reconocimiento de méritos y medidas de employer branding, para implicar a las personas trabajadoras con la compañía, ayudarán a las empresas a conseguir plantillas felices.
Perfiles profesionales de 10
Aunque encontrar a la persona empleada perfecta es un reto, siempre se buscarán unas cualidades y aptitudes concretas, que también se pueden enseñar y adquirir.
- Pensamiento estratégico. Los profesionales «diez» van mucho más allá de completar sus tareas, conocen el sentido del negocio y cuentan con habilidades relacionadas con el planteamiento estratégico y la gestión de proyectos.
- Gestión del cambio. Las empresas valoran a las personas que son capaces de asumir cada cambio como un reto, que sepan improvisar y se adapten rápidamente.
- Trabajo en equipo. Las compañías están formadas por grupos de personas que trabajan en armonía por proyectos comunes, que tengan empatía unas con las otras y que sepan coordinarse y comunicarse.
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