La importancia del lenguaje inclusivo en la empresa
El 25 de enero fue una fecha simbólica y que marcó un precedente en España en la lucha contra la discriminación. El pleno del Senado aprobó de manera definitiva reformar la Constitución para eliminar el término “disminuido” por “persona con discapacidad”, fomentando el lenguaje inclusivo.
Esta reforma Constitucional fue impulsada por el Comité de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) en 2018 y, después de un largo camino, ya es una realidad. Además, a principios de febrero la Real Academia Española (RAE) se ha puesto manos a la obra, revisando el diccionario y analizando los sinónimos relacionados, lo que le ha llevado a eliminar «discapacitado/a» del apartado sinónimos o afines de “disminuido/a”.
Se suma así la RAE a la eliminación de esta palabra en nuestro vocabulario para referirse a las personas, una decisión que fue desterrada de la carta magna con el apoyo de casi todas las fuerzas políticas. La reforma está pendiente de su publicación en el BOE para entrar en vigor.
Estas últimas noticias ponen en relieve la importancia de la inclusión en el lenguaje, muy necesaria también en el mundo empresarial. En las entidades y las compañías las palabras son muy importantes y tienen que ser consecuentes con la identidad corporativa y la cultura empresarial.
Mostrando su compromiso con la igualdad, la compañía contribuirá a configurar una sociedad más justa, a transmitir el mensaje de una organización moderna y a avanzar en la igualdad y la inclusión entre todas las personas.
¿Cómo usar correctamente el lenguaje inclusivo en mi empresa?
Es conveniente revisar los materiales y canales usados para la comunicación externa, en los eventos organizados y en documentos de difusión, porque son los que recibe la sociedad. Entre ellos, destacan la página web, las presentaciones de empresa, los perfiles sociales, los comunicados y notas de prensa, folletos, etc.
Una vez supervisados, conviene analizar la comunicación interna y cómo es este flujo entre superiores y compañeros/as a través de la intranet, boletines, comunicados y otras piezas. Es fundamental cuidar el lenguaje no sexista y que no caiga en la discriminación, tomando nota de estos puntos:
- No usar el masculino como genérico, intentando substituirlo por genéricos reales como persona y población, o abstractos como personal, plantilla, equipo, etc.
- Usar siempre el femenino cuando un cargo esté desempeñado por una mujer.
- Optar por recurrir a pronombres sin marca de género siempre que no sean necesarios.
- Usar los desdoblamientos de género solo cuando no tengamos otra opción.
- Si hablamos de discapacidad, debemos evitar los términos obsoletos o que puedan ser ofensivos para el colectivo, como el mencionado «disminuido«, o «minusválido«, «incapaz«, «impedido» y más palabras que transmiten la idea de que las personas con discapacidad son menos válidas o capaces.
- Evita nombrar a las personas por su discapacidad. Del mismo modo que es preferible usar «persona con discapacidad» a «discapacitado/a«, también es preferible usar «persona con ceguera» o «persona con discapacidad visual» antes que «ciego/a«.
Estos son solo algunos puntos fundamentales para apostar por un lenguaje inclusivo, que tiene que ser un compromiso de todas las personas que formen parte de la compañía, porque los equipos son su mejor tarjeta de presentación.
Departamentos que deben fomentar el lenguaje inclusivo
Para velar por su buen uso, tiene que responsabilizarse la dirección de la empresa, garantizando una imagen igualitaria en los equipos, y que se proyecte a la sociedad. También las personas que formen parte del equipo de marketing, comunicación y RR.HH. son adecuadas para esta misión, implicando al resto de la plantilla.
Si quieres garantizar un uso de lenguaje inclusivo en tu empresa, consúltanos. En Fundación Nortempo desarrollamos planes de igualdad y de RSC a tu medida.