El teletrabajo en los tiempos del coronavirus
El coronavirus se extiende por todo el mundo y, en paralelo, también lo hace el teletrabajo. En España, como en la mayoría del planeta, esta fórmula no está muy extendida que digamos sobre todo por cuestiones sociales y culturales, porque parece que solo trabajamos si estamos en una oficina o local habilitado para ello. Nada más lejos: según la mayoría de los estudios en la materia, hasta el 75% de los trabajadores encuestados afirman que trabajar desde casa supone menos distracciones y además, valoran enormemente la posibilidad de contar con espacios y horarios flexibles. Vamos a ver sus ventajas en una época de aislamiento:
- Opción para la cuarentena. Desde la explosión del coronavirus en la región china de Wuhan, el teletrabajo ha comenzado a verse como una opción útil en el gigante asiático, poco dado a estas fórmulas flexibles.
- La oficina, en casa. Los trabajadores han cambiado sus oficinas por sus domicilios, u otras fórmulas en remoto, y muchas compañías internacionales han seguido el ejemplo en las regiones afectadas por miedo a los contagios.
- Cara una nueva cultura. En España contamos con escaso hábito del teletrabajo y en 2019, solo el 3% de los empleados trabaja a distancia, pero el coronavirus puede marcar un antes y un después cara una nueva cultura laboral y tecnológica que apuesta por las fórmulas en remoto frente a las presenciales.
- Mejora la productividad. Según una encuesta reciente, el 75% de los empleados considera que trabajar de forma remota supone menos distracciones, con el consiguiente aumento de la productividad, y ahorros en los tiempos de desplazamiento.
- La flexibilidad, muy valorada. Los horarios flexibles y las opciones de conciliación son apreciados por la mayoría de los trabajadores, sobre todo entre las nuevas generaciones del mercado laboral, que asumen como “normales” las fórmulas de teletrabajo.
- Ojo con el aislamiento. Pero no todas son virtudes en el teletrabajo, porque si se opta por esta fórmula, el trabajador debe saber diferenciar entre vida personal y profesional, organizarse los horarios y evitar la frustración de trabajar aislado sin compañeros.
El teletrabajo siempre ha sido una opción real poco extendida, pero parece que por culpa del coronavirus se está tomando en serio por las compañías, así que, quien sabe, igual este brote epidémico haga realidad la profecía lanzada por The Economist en los años 70, que vaticinaba que en un futuro próximo “todos podremos trabajar en nuestra oficina mientras vivimos en una isla del Pacífico”.