El salario emocional: la clave para trabajar y ser feliz
5 de noviembre de 2019
Tiempo de lectura: 2 minutos
¿Vives para trabajar o trabajas para vivir? Si te inclinas a la segunda opción está claro que valoras el salario emocional y las compañías saben que cada vez más trabajadores buscan sus ventajas a la hora de aceptar un empleo. Pero, ¿a qué nos referimos exactamente? Lo podríamos definir como aquellos incentivos adicionales que aporta la empresa y que consiguen, además de retener talento, que te sientas a gusto. Te lo explicamos:
- Cuentas con buen ambiente. Es fundamental porque a todos nos gusta trabajar en un entorno tranquilo, con ‘buen rollo’ con tus compañeros y jefes. ¿Ciencia ficción? No, si en tu empresa se fomenta el trabajo en equipo y se apuesta por una cultura de empresa que logre el deseado employer branding.
- Puedes crecer profesionalmente. Es una de las mayores motivaciones: saber que trabajas en una empresa en la que podrás desarrollarte como profesional y aspirar a ocupar puestos más relevantes. La estabilidad y las oportunidades de promoción son, sin duda, las mejores recompensas para tu esfuerzo.
- Flexibilidad, sí, gracias. Horarios y espacios de trabajo personalizables, días para asuntos propios, facilidades de conciliación, guardería y ludoteca en el centro de trabajo… son algunas de las medidas que valorarás sin duda en tu salario emocional, porque mejorarás sin duda tu calidad de vida.
- Sigue formándote. Si tu empresa te ofrece la posibilidad de un programa de formación continua seguro que ha ganado muchos puntos contigo y tus compañeros. Así seguirás creciendo como profesional, ampliando conocimientos y aptitudes y tu fidelización será aún mayor.
- Tú también decides. Si te sientes parte de la empresa y sabes que tu opinión cuenta es fundamental, así que aprovéchalo. Sé proactivo, aporta tus ideas y muestra tu creatividad a través de los canales de comunicación interna de la compañía.